Edificada sobre un templo prerrománico anterior, igualmente dedicado a San Salvador, la catedral de Oviedo empezó a ser construida a finales del siglo XIII y las obras se prolongaron durante tres siglos. El templo en sí se inició en las últimas décadas del siglo XIV bajo los parámetros del gótico florido, estilo arquitectónico usado también en la fachada principal y la torre, ambas desarrolladas ya en plena época renacentista. En uno de sus laterales se encuentra la denominada Cámara Santa, suerte de capilla prerrománica del siglo IX que formó parte del templo original. En ella se exponen importantes reliquias como la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria, que llevaron a que la catedral sea también conocida como Sancta Ovetensis debido a su valía. En la capilla de Nuestra Señora del Rey Casto se encuentra el denominado Panteón de Reyes, donde se encuentran enterrados diversos monarcas asturianos.