Considerada la obra gótica más importante en el sur de Alemania, la catedral de Ratisbona fue construida originalmente a mediados del siglo VIII. Tras diversas vicisitudes, entre las que se cuentan un par de incendios, fue remodelada por entero en el siglo XIII y fue entonces cuando adquirió el aspecto que muestra en la actualidad. Entre la numerosa escenografía escultórica que alberga destaca una famosa figura del arcángel Gabriel riéndose así como un Judensau, como son conocidas las escenas satíricas medievales que relacionaban a los judíos con cerdos. La cúpula es neogótica, resultado de una restauración efectuada en la primera mitad del siglo XIX, y los chapiteles que rematan las torres les fueron añadidos unas décadas más tarde.