Uno de los principales ejemplos del estilo arquitectónico denominado primer gótico inglés, la catedral de Salisbury es una obra de mediados del siglo XIII. Concretamente, el cuerpo principal del templo fue construido a lo largo de cuatro décadas de mediados de ese siglo, mientras que la torre se concluyó ya a comienzos del siglo XIV. La corona una aguja que llega hasta los ciento veintitrés metros, que la convierten en la más alta de todo el Reino Unido. Curiosamente, el peso de ambas es un problema y el templo ha de ser periódicamente reforzado para que no se venga abajo por completo. Además de su espectacular fachada noroeste, destaca también el claustro, el más grande de todo el Reino Unido. Entre los bienes muebles que alberga hay que mencionar un reloj de finales del siglo XIV, que se cree es el más antiguo funcionando sin interrupción a nivel mundial.