Templo de imponente factura gótica, la catedral de Barcelona fue edificada entre los siglos XIII y XV en el lugar donde anteriormente se levantaba una antigua catedral románica. Estaba ésta dedicada a la advocación de la Santa Cruz y a finales del siglo IX se le añadió la dedicatoria a Santa Eulalia, patrona local. Consta de tres naves de idéntica longitud y altura, siendo la central el doble de ancha que las laterales. En su lado oriental tiene adosado un claustro, construido en el siglo XIV en estilo gótico. En los dos extremos del crucero se elevan sendos campanarios ochavados, erigidos en el siglo XIII y de más de cincuenta metros de altura. Cinco puertas dan acceso al interior, donde se halla un magnífico órgano renacentista de la primera mitad del siglo XVI. Las vidrieras fueron realizadas en tres etapas, la primera de ellas a comienzos del siglo XIV. Las obras de construcción del coro comenzaron a finales de ese mismo siglo, mientras que el trascoro es renacentista, de comienzos del siglo XVI. Perfectamente integrada en el conjunto, la actual fachada principal es neogótica y fue diseñada a finales del siglo XIX con motivo de la Exposición Universal de Barcelona.
