Catedral de la Natividad de Santa María (Milán, Italia)
Excepcional ejemplo de gótico flamígero, la catedral de Milán es un caso único en Italia, cuyas ciudades eran poco dadas a las veleidades que trajo este estilo arquitectónico a finales del siglo XIV. Su periodo de construcción se extendió por casi seis siglos y las obras se dieron por concluidas ya en la segunda mitad del siglo XX, dando como resultado una edificación con una imagen muy coherente para tan largo lapso de tiempo. Destaca también por sus enormes dimensiones, con una longitud total que supera los ciento cincuenta metros y una altura en la nave central que alcanza los cuarenta y cinco. Curiosamente, Napoleón Bonaparte fue coronado rey de Italia en su interior y una estatuilla suya fue colocada sobre uno de los pináculos en su honor por contribuir a la finalización de la fachada del templo.