Crédito: José A.
Sede de la diócesis de Huelva desde su creación, la catedral de la Merced fue edificada a comienzos del siglo XVII con la finalidad de servir como iglesia conventual. Ejerció tal función hasta la desaparición del antiguo convento de la Merced, que resultó afectado por el terremoto de Lisboa y luego fue abandonado por la Orden Mercedaria a causa de la desamortización de Mendizábal. Más adelante se convirtió en parroquia, hasta que fue designada catedral tras la fundación de la mencionada diócesis en 1954. Originalmente, el templo respondía a los criterios renacentistas, pero sucesivas remodelaciones le otorgaron su aspecto barroco actual. Éste se pone de manifiesto especialmente en la portada, de cuyos tres cuerpos los dos laterales están rematados por sendas espadañas. El interior consta de tres naves, estando la central recubierta por bóveda de cañón mientras que las laterales lo hacen por bóveda de arista. La capilla mayor está presidida por una imagen de Nuestra Señora de la Cinta, talla de Juan Martínez Montañés realizada en la segunda década del siglo XVII.
