Edificada en el lugar donde se encontraba una antigua mezquita, la catedral de la Almudena debe su nombre a la al-mudayna, ciudadela antiguamente situada sobre la colina donde se encuentra el templo en la ciudad de Madrid. Su construcción es relativamente moderna, pues las obras se iniciaron a finales del siglo XIX y, debido a diversas circunstancias, no se dieron por concluidas hasta prácticamente un siglo más tarde. Su consagración fue realizada por Juan Pablo II en 1993, siendo la única catedral española consagrada por un papa. Arquitectónicamente hablando, el templo muestra influencias góticas, barrocas y neoclásicas. La fachada principal tiene reminiscencias neoclásicas, con una doble columnata superpuesta. El interior consta de tres naves de fábrica neogótica, estando la central rematada por una cúpula que se eleva más de setenta metros y presenta un aspecto decididamente barroco en su parte exterior.