Oteando la población trujillana desde la cima del cerro conocido como Cabeza del Zorro, el castillo de Trujillo es presuntamente de origen musulmán. Así lo atestiguarían dos aljibes hallados en su recinto. Su fecha exacta de construcción se desconoce, pero es seguro que fue erigido en algún momento entre los siglos IX y XII. Rodeado por diversas torres defensivas de planta cuadrada, el material empleado para su edificación fue el granito y la técnica constructiva la sillería. Se accede a su interior, fundamentalmente ocupado por el patio de armas, a través de un arco de herradura sobre el que se encuentra desde mediados del siglo XVI una imagen de Nuestra Señora de la Victoria, patrona local. Desde el siglo XV tiene anexo un recinto amurallado externo, espacio técnicamente denominado albacara, cuyo fin era el de resguardar el ganado en su interior. En la primera mitad del siglo XX pasó a ser de propiedad municipal y actualmente se permite su visita.