Conocido también como castillo de los Fajardo, pues fue Pedro Fajardo quien encargó su construcción a comienzos del siglo XVI, el castillo de Vélez Blanco domina esta población almeriense desde el cerro donde se sitúa. Al parecer, en ese mismo lugar existió una alcazaba árabe, sobre la cual se construyó la edificación actual. Siguió ésta en sus inicios los cánones góticos, para adaptarse a la moda renacentista que marcaba la época en los nuevos tiempos. Durante los siglos siguientes sirvió como residencia de la familia Fajardo, hasta resultar seriamente afectada durante la invasión francesa del siglo XIX. A comienzos del siglo XX, su impresionante patio renacentista fue vendido a un anticuario, siendo traspasado a su muerte al Museo Metropolitano de Nueva York, donde se encuentra en la actualidad. Destacan en la edificación su torre del homenaje de casi treinta metros de altura así como sus características almenas.