La versión actual del castillo de Berlanga de Duero data del siglo XV, cuando esta localidad soriana estaba en manos de la familia Tovar. Fue entonces cuando se reestructuró una fortificación existente, que había sido construida a mediados del siglo XI. Ésta había reemplazado a su vez a una anterior, del siglo X y origen árabe. Ya en el siglo XVI, el castillo fue rodeado por una fortaleza de forma trapezoidal, con cuatro torres cilíndricas en sus esquinas. Más abajo se aprecian los restos de la muralla que desde el siglo XII protegía la villa, quedando ésta perfectamente resguardada entre ambas fortificaciones. Los usos del castillo fueron múltiples, pues aparte de su función militar sirvió como prisión, arsenal o incluso archivo. Durante la segunda mitad del siglo XVII sufrió un incendio que acentuó un declive que ya había empezado a notarse tiempo atrás. Actualmente, la edificación es propiedad municipal y ha sido sometida a un proceso de restauración.