Amurallado desde sus orígenes en la segunda mitad del siglo X, el casco antiguo de Luxemburgo fue dotado de una segunda muralla a mediados del siglo XI. Las fortificaciones fueron reforzadas de nuevo en el siglo XIV y una vez más a finales del siglo XVII, esta vez bajo la supervisión de Vauban. Algunas décadas más tarde fue construida la fortaleza denominada Fort Thüngen, que fue desmantelada, junto con la mayor parte del resto de las murallas, tras firmarse el conocido como Tratado de Londres en 1867. El edificio se reconstruyó en 1990 y actualmente alberga un museo. En el centro histórico luxemburgués destacan además la catedral de Santa María, el Ayuntamiento y el Palacio Gran Ducal, así como varios museos notables.