Este es un Patrimonio Mundial muy quisquilloso y difícil de abarcar en su totalidad, pues comprende 78 sitios, de los cuales habré podido visitar una docena de ellos en el transcurso de diferentes viajes al país galo. Sin embargo, varios de los lugares que conozco de los 78 componentes inscritos ya son por derecho propio un Patrimonio Mundial, como por ejemplo las catedrales de Burdeos, Tolosa, Arles, Bourges, Vezelay, Amiens, etc. Esto quiere decir que si uno visita, por ejemplo, la Basilique Sainte-Marie-Madeleine en Vezelay, y camina unos metros en dirección a España, ya se puede apuntar el sitio UNESCO como «visitado» dos veces, uno por la basílica en sí, y otro por formar parte de una escala del Camino Francés, pues en ningún sitio se afirma que se tengan que recorrer todos los 78 sitios.

Los cuatro Caminos de Santiago oficiales franceses se originan en: Arles, Vezelay, Le-Puy-en-Veley y París. He iniciado a pie durante unos días (sin acabarlos) tres de ellos: el de París, el de Arles y el de Vezelay. El de Arles entra en España por Somport (Aragón), mientras que los otros tres lo hacen por Saint-Jean-Pied-de-Port y de allí se cruzan los Pirineos hasta Roncesvalles. Los cuatro caminos franceses se juntan en Puente la Reina (Navarra).

Es indudable que todos estos 78 lugares son interesantes para visitar bajo cualquier punto de vista, tanto histórico como cultural y paisajístico, además del misticismo inherente para el peregrino que va siguiendo las huellas de millones de caminantes a Santiago de Compostela, desde que el primer peregrino francés que escribió sobre sus vivencias en el Camino, el monje benedictino Aymeric Picaud, escribiera su Codex Calixtinus a mediados del siglo XII (aunque hay quien duda de su autoría).