Cuarta localidad aragonesa más poblada, Calatayud cuenta en la actualidad con unos veinte mil habitantes. En sus alrededores existió un asentamiento celtíbero conocido como Bílbilis, que más adelante se convirtió en una civitas romana denominada Augusta Bilbilis. Esta colonia fue abandonada y posiblemente no existía ya en época visigoda. Fueron los árabes quienes dieron forma a la población actual al construir en el siglo IX un recinto fortificado del que aún se mantienen cinco fortificaciones unidas entre ellas mediante murallas. Tras ser conquistada por Alfonso I el Batallador, la villa fue prosperando hasta llegar a convertirse en la capital de la desaparecida provincia homónima en el siglo XIX. Además de las fortalezas y murallas anteriormente mencionadas, en Calatayud sobresalen la colegiata de Santa María y la iglesia de San Andrés, templos mudéjares con estilizadas torres octogonales. Hay que mencionar también la puerta de Terrer, de la segunda mitad del siglo XVI, y las ermitas de San Roque y de la Virgen de la Peña, así como diversos peirones o humilladeros distribuidos por toda la ciudad.