Balasagun fue una prominente ciudad situada al norte del actual estado de Kirguistán, que llegó a ser capital del reino karajánida. Fundada en el siglo IX, alcanzó su esplendor un par de siglos más tarde, cuando se calcula que llegó a tener más de doscientas mezquitas y madrasas. Tras ser invadida por los mongoles en el siglo XIII, comenzó a declinar y poco tiempo después había desaparecido casi por completo. Poco queda de ella, salvo diversos restos distribuidos en las inmediaciones de la población de Burana. Destaca la torre homónima, junto a la que se encuentra un espacio dedicado a explicar el pasado y exponer los hallazgos descubiertos en lo que fue esta mítica villa sogdiana. En sus alrededores existe también un museo al aire libre donde se muestran diversos petroglifos y unas extrañas estelas antropomorfas conocidas en la zona como balbal.