Desplegada en ambas orillas del río Dâmbovița, Bucarest es la capital y ciudad más poblada de Rumanía. Se tienen datos de ella desde mediados del siglo XV, cuando el voivoda Vlad Țepeș instauró la Corte de Valaquia en una ciudadela edificada anteriormente en el lugar hoy día conocido como Curtea Veche. Tras sufrir numerosos desastres, entre los que se cuentan incendios, terremotos, epidemias e invasiones rusas y otomanas, la población fue declarada capital del Principado de Rumanía, surgido tras la unión de Valaquia y Moldavia, a mediados del siglo XIX. Seriamente afectada durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, hubo de padecer más adelante una tenebrosa dictadura comunista que la sumió en la oscuridad durante varias décadas. Todas estas vicisitudes afectaron seriamente al vasto patrimonio monumental que alberga la localidad, que sigue en proceso de restauración tras más de treinta años transcurridos desde la caída del comunismo. El centro histórico local se localiza en los aledaños de Calea Victoriei y Piața Universității. En esa zona se ubican interesantes ejemplos de arquitectura religiosa como las iglesias Crețulescu, Sfântul Gheorghe Nou y Stavropoleos, excelentes muestras las tres del denominado estilo brâncovenesc; parques como Cișmigiu; y locales como Caru’ cu Bere o Hanul lui Manuc, donde es posible degustar especialidades locales como el sarmale o el pilaf. Al otro lado del río sobresalen edificaciones como el monstruoso Palacio del Parlamento, el palacio Cotroceni o el poco conocido Monasterio Antim, así como la algo más alejada y casi desconocida iglesia de Sfântul Dumitru Izvorâtorul de Mir. También resulta de interés la zona noroeste de la ciudad, donde se encuentran el grandioso Arcul de Triumf y el atrayente Muzeul Satului, en el que sobresale la cautivadora iglesia de Dragomirești. Bucarest cuenta en la actualidad con cerca de dos millones y medio de habitantes, dedicados fundamentalmente a la industria y los servicios, y genera más de un veinte por ciento del PIB de Rumanía. Entre las tradiciones locales hay que mencionar costumbres como la ronda de canciones navideñas a la que se conoce como colindat.
