Una de las dos únicas capitales de provincia españolas que no tiene el título de Ciudad, Bilbao es la localidad más poblada del País Vasco. Su origen no está del todo claro, aunque en sus inmediaciones se han hallado restos prerromanos y en ocasiones se la identifica con los asentamientos romanos de Amanun Portus y Flaviobriga. La población tal y como la conocemos hoy día surgió probablemente durante el siglo XIV, cuando se fundaron siete de cada diez villas vizcaínas. De mediados del siglo XV data la iglesia de San Antón, quizás la edificación más antigua que se conserva en ella. Está situada en el barrio denominado Casco Viejo, donde se ubican edificios tan relevantes como la catedral. A comienzos del siglo XVII, Bilbao fue nombrada capital de Vizcaya, hecho que comenzó a impulsar su crecimiento. Su desarrollo económico se afianzó a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, cuando se crearon numerosas fábricas y empresas siderúrgicas en su entorno. De esa época es la estación de la Concordia, una de las construcciones más destacadas de la villa. La crisis industrial sufrida a finales del siglo XX afectó tanto a la economía bilbaína como a la propia imagen de la ciudad, que sufrió un cambio radical con la creación de nuevas edificaciones. Sobresale entre ellas el futurista Edificio Guggenheim, que alberga una interesante colección museística en la que pueden verse obras tan impactantes como Mamá. En la actualidad, Bilbao cuenta con cerca de trescientos cincuenta mil residentes y tiene un futuro prometedor en el campo de los servicios.
