Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre (París, Francia)
Fue la propia Asamblea Nacional francesa quien decidió la construcción de una basílica sobre la colina de Montmartre en la segunda mitad del siglo XIX. El motivo era honrar la memoria de los soldados galos que habían perdido la vida durante la guerra franco-prusiana, que se sostuvo entre 1870 y 1871. Como responsable de las obras se eligió a Paul Abadie y los trabajos se prolongaron por aproximadamente medio siglo, hasta darse por concluidos ya a comienzos de la década de los veinte del siglo XX. El resultado fue un templo de inspiración bizantina realizado en travertino, que pronto se convirtió en uno de los principales símbolos de la ciudad de la luz. Tiene planta de cruz griega, rematada por cuatro cúpulas. Entre ellas sobresale la central, que se eleva hasta los ochenta metros de altura. En el ábside destaca un espectacular mosaico, de cerca de quinientos metros cuadrados, que representa al Sagrado Corazón de Jesús, a quien está dedicada la advocación de la basílica. Sus vidrieras originales quedaron destruidas por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y fueron reemplazadas más adelante. Actualmente, la basílica del Sagrado Corazón de Montmartre es uno de los lugares de imprescindible visita en París.