Representando una célula de cristal de hierro ampliada ciento sesenta y cinco mil millones de veces, el Atomium constituye una de las imágenes más icónicas de Bruselas. Al igual que otras famosas edificaciones, fue diseñado con motivo de una exposición universal y la intención era desmantelarlo al finalizar ésta, pero el éxito obtenido garantizó su permanencia. Sobrepasa los cien metros de altura y cada una de las nueve esferas que lo forman alcanza casi una veintena de metros de diámetro. Como curiosidad, su imagen pertenece a una entidad sin ánimo de lucro que solo permite reproducciones en sitios web privados y sin ánimo comercial.