Justo en el centro de la isla de Bahréin, a muy poca distancia del Jebel ad-Dukhan, el punto más alto del país, y rodeado por la arena del desierto de Arabia, un ejemplar de Prosopis cineraria eleva sus aproximadamente diez metros de altura ante la atónita mirada del visitante. Se trata del único árbol existente en varios kilómetros a la redonda y tiene una edad estimada de unos cuatrocientos años. A pesar de la buena adaptación de esta especie a entornos tan áridos, el medio por el cual este solitario ejemplar obtiene el agua necesaria para su supervivencia es todo un misterio.