Anfiteatro de Nemausus (Nîmes, Francia)
Construido a finales del siglo I, el anfiteatro de Nîmes es una de las grandes obras romanas que en mejor estado han llegado hasta nuestros días. Tras la caída del Imperio pasó por diversas vicisitudes, algunas de ellas tan curiosas como la existencia de un barrio de la ciudad en su interior. En el siglo XVIII fueron derribadas las últimas edificaciones que aún permanecían dentro del recinto, para comenzar varias décadas más tarde a usarse en la celebración de espectáculos taurinos, costumbre que ha perdurado hasta la actualidad. En su exterior, una estatua recuerda a Nimeño II, torero local tan célebre por sus actuaciones como por su trágica vida.