Ananuri (por Jorge Sánchez)
Una de las visitas más interesantes que realicé durante mi viaje por tierra desde Tbilisi (Georgia) a Vladikavkaz (Rusia) fue la de la fortaleza de Ananuri, del siglo XIII, que alberga dos iglesias con un monasterio. Una de las dos torres es redonda y la otra cuadrada. Al penetrar en el interior de sus murallas, la fachada de la iglesia de la Madre de Dios (erigida en el siglo XVII) fue lo primero que me impactó; la otra fachada exhibía un relieve con la cruz de sarmiento de vid, la cruz característica de la Iglesia Georgiana. Una vez dentro de la iglesia admiré varios frescos. También había tumbas de duques. Muchos fieles indígenas estaban orando y algunos compraban cirios a precios moderados. Yo también adquirí uno y lo coloqué frente a un icono representando a la Virgen María con el Niño Jesús.
El complejo se halla a las orillas del río Aragvi y el embalse abajo. La vista de ese embalse desde lo alto del castillo es espectacular. Muchos turistas se afanaban en acercarse a una especie de glorieta para realizar las mejores fotos del río. Los letreros informaban (en georgiano y en ruso) de que el complejo fue sede de unos duques locales y que ese conjunto amurallado fue escenario de muchas batallas.
Permanecería en el lugar unas dos horas; no podía quedarme más tiempo pues esa noche debía alcanzar Vladikavkaz, y por el camino aún me aguardaban otros tesoros que conocer, como la Iglesia de la Trinidad de Guergueti, en Kazbegui, donde aprovecharía para comerme un buen jachapuri al estilo de Adjaria (con un huevo frito en su interior), más media botella de vino Kindzmarauli.