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Elemento cultural identitario en las comunidades tradicionales de Rumanía y Moldavia, se denomina altiţă a una blusa cuyos hombros aparecen bordados con motivos intrincados. Para confeccionar la vestimenta se utilizan tejidos naturales, generalmente algodón o lino, y el producto resultante es de color blanco. Los bordados muestran patrones geométricos, habitualmente compuestos por líneas rectas dispuestas en sentido horizontal, vertical o diagonal. Su tonalidad puede variar desde la puramente monocromática hasta la formada por una amalgama de vivos colores. Además de los bordados realizados en los hombros, en ocasiones se desarrollan unas líneas verticales, a las que se conoce como râuri, en las mangas, el pecho y la espalda. Existen versiones masculinas y femeninas de las blusas, siempre hechas a mano y cuyas autoras en general son mujeres. Tras un periodo en el que esta tradición casi pasó al olvido, el interés por ella se ha reactivado y va en aumento en la actualidad.