Agua bendita
La mejor manera de comprender por qué en un lugar como Bali, donde vive menos del 2% de la población indonesia, se ha desarrollado una cultura tan peculiar que la lleva a ser única en su entorno es informándose sobre la forma en que la isla fue poblada. Aseguran los expertos que los actuales balineses provienen de inmigrantes que llegaron en tres oleadas principales. La primera tuvo lugar en la Prehistoria y con el tiempo dio lugar a una civilización propia. La siguiente se extendió a lo largo de varias centurias, trayendo sus integrantes la religión hindú desde la vecina Java. La última sucedió aproximadamente en el siglo XV y estuvo formada por exiliados de esta isla que se negaron a aceptar el Islam impuesto en su lugar de origen. De esta manera, las enseñanzas hinduistas se entrelazaron con las animistas originales y poco a poco fue madurando la cultura sincrética que hoy conocemos.
De la importancia que tiene el agua en la religión balinesa da idea el hecho de que sus propios practicantes suelen referirse a ella como Agama Tirta, lo que significa algo así como religión del agua bendita. No es de extrañar, por consiguiente, que en la isla abunden los manantiales considerados sagrados, siendo el más apreciado de todos ellos el que aguas abajo da lugar al río Pekerisan, donde ya en el siglo X se creó un santuario conocido como Tirta Empul, es decir fuente de agua bendita. Desde entonces, este lugar ha sido de suma importancia para el pueblo balinés, que le atribuye propiedades milagrosas y curativas. Ello se traduce en peregrinaciones en masa hasta el templo en busca de prosperidad y favores de los dioses, especialmente de Vishnu como deidad hindú que rige el agua.
Como suele ser habitual en la cultura balinesa, donde realidad y ficción están fuertemente imbricadas, la creación de Pura Tirta Empul está revestida de tintes mitológicos. Se asegura que en esta zona del interior de Bali reinaba un caudillo de nombre Mayadenawa, que no dejaba a su pueblo practicar rituales religiosos. Al tener conocimiento de ello Indra, el rey de los dioses, decidió bajar a la Tierra para castigarlo. Los guerreros de Indra derrotaron con facilidad a los de su rival, pero no contaron con la habilidad de éste para esconderse en su territorio. Mientras intentaban localizarlo, Mayadenawa envenenó el manantial del que bebían los soldados, lo que llevó a estos a enfermar. Enfurecido, Indra hincó una caña en el suelo, de donde inmediatamente surgió un manantial cuyo caudal sirvió para sanar a sus servidores de inmediato.
Pura Tirta Empul presenta una estructura similar a la de otros templos balineses. La puerta de entrada da paso a un primer recinto, donde los peregrinos se preparan para el culto. Desde ahí se accede a un segundo patio, en el que existe una gran piscina rectangular junto a un par de ellas más pequeñas, alimentadas todas con el agua sagrada que llega a través de una serie de caños con distinta función. Aquí, los fieles entran en contacto con el líquido elemento siguiendo una serie de reglas que se toman a rajatabla, como el hecho de bañarse completamente vestidos, y pueden llevarse agua a sus hogares si lo desean. Existe un tercer recinto que está cerrado al público en general y se reserva para festividades especiales. En todo el complejo existen numerosos santuarios, donde se realizan diversas ceremonias de acuerdo con las tradiciones locales.
A pesar de que este templo no forma parte de los sad kahyangan, como se conoce a los seis principales para la religión predominante en la isla, es uno de los más apreciados entre la población local. Situado en un entorno de exuberante vegetación, donde ese verde resplandeciente que no he conseguido ver en ningún otro lugar del Planeta lo domina todo, Pura Tirta Empul resulta una visita fundamental para el viajero interesado mínimamente en la magnética cultura balinesa. Con algo de suerte se puede observar además como los fervientes fieles se bañan en masa en lo que parece ser una especie de bautismo ritual, inicio de una trayectoria vital que frecuentemente se cierra en este mismo lugar. Porque su agua bendita es también empleada en ceremonias mortuorias, como si de un Ganges en miniatura se tratase.
Fantástico el post, este verano visitaremos esta isla, lo estamos deseando.
Muchas gracias por vuestras palabras.
Si tenéis alguna pregunta sobre Bali, adelante.
Buen viaje.
Este templo desprende una paz y espiritualidad como pocos, en el que, como bien dices, el agua juega un papel fundamental.
A excepción de la zona de Kuta que me horrorizó, Bali bien merece dedicarle unos días. Templos como Pura Tirta Empul y otros como Pura Ulun Danu Batur o Pura Besakih son una maravilla.
Un saludo.
Bali es una isla mágica, en mi opinión. El problema es que la mayoría de sus visitantes no están interesados para nada en el inmenso bagaje cultural de la isla y suelen salir decepcionados. Especialmente los australianos, que van allí de borrachera en general, pero también los españoles. A mí, particularmente, me pareció una maravilla.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.