Samos (Periferia de Egeo Septentrional, Grecia)
Crédito: Alain Le Guen
Componente del archipiélago de las Espóradas Orientales, Samos forma parte de Grecia, a pesar de encontrarse apenas a un kilómetro y medio de la costa turca. Está separada de ésta por el estrecho de Mícala, así conocido debido a su situación cercana al monte homónimo. Con una superficie algo inferior a los quinientos kilómetros cuadrados, su origen es volcánico y alcanza su mayor elevación en el estratovolcán llamado Monte Kerkis, que supera los mil cuatrocientos metros. Se tienen evidencias de presencia humana en ella desde el Neolítico y formó parte de Jonia desde el siglo X a.C., tras ser colonizada por navegantes procedentes de Epidauro. En la segunda mitad del siglo VI a.C. vivió un periodo de gran prosperidad bajo el mando de Polícrates. Durante esa época fue construida la tercera versión del Heraion, considerado el más grande entre los templos helenísticos. Estaba situado en lo que fue la antigua ciudad de Samos, cuyo emplazamiento no se corresponde con el de su homónima actual. Cerca de él se localiza el Pythagoreion, antiguo puerto de la localidad, y en las afueras de ésta pueden verse aún los restos del túnel de Eupalino, que en realidad era un acueducto construido en el mismo periodo para el suministro de agua a los residentes. Justo el mismo año que Polícrates nacía Pitágoras, el nativo más ilustre de Samos debido a su famoso teorema. La población actual de la isla es de unas treinta y cinco mil personas, que se dedican fundamentalmente a actividades relacionadas con la agricultura y el turismo.