Convento de San Esteban (Salamanca, Castilla y León)
Crédito: Ángel de los Ríos
Exuberante pudiera ser un calificativo adecuado para la fachada de la iglesia conventual salmantina de San Esteban. Obra de diversos escultores, entre ellos el italiano Giovanni Antonio Ceroni, quien representó el martirio de San Esteban y un Calvario, fue realizada a comienzos del siglo XVII. A pesar de corresponder esos años con el final del Renacimiento, su diseño es genuinamente plateresco. Está inscrita en un pórtico cuyo responsable fue Juan Ribero de Rada, quien lo edificó a finales del siglo anterior. El templo en sí comenzó a ser construido en la década de los veinte del siglo XVI y en su desarrollo participaron extraordinarios arquitectos como Juan de Álava y Rodrigo Gil de Hontañón. Entre las obras de arte que decoran su interior destacan un magnífico retablo de Churriguera y un lienzo de Rubens. El convento dominico del cual forma parte reemplazó a uno anterior, que fue derribado a comienzos del siglo XVI. Además de la iglesia, sobresalen un claustro formado por dos niveles superpuestos que mezclan elementos góticos y renacentistas, así como la denominada Escalera de Soto, cuyo innovador diseño corresponde al mencionado Rodrigo Gil de Hontañón. Aunque se asegura que en el recinto se alojó Cristóbal Colón durante el periodo previo a su partida hacia las Indias, en realidad lo hizo en el convento anterior, del que se mantiene un claustro conocido como claustro de Colón por ser allí donde el navegante expuso su proyecto a los frailes.