Comienza la cuenta atrás para Ramiro Berrocal. Llevaba tiempo intentando hacerle una entrevista a Ramiro y, por unas razones u otras, hasta ahora no había podido ser. Aunque nunca hemos coincidido personalmente, siempre me ha parecido una persona admirable debido a su sabiduría, su sensatez y su indomable espíritu viajero. A cambio de blog, gestiona un exitoso grupo de Facebook, denominado «Españoles más viajeros +50», cuyos miembros son experimentados viajeros tanto del panorama español como del internacional. Pero, sobre todo, destacaría en Ramiro su curiosidad innata, especialmente en lo relacionado con las tribus y etnias del mundo, que lo han llevado a convertirse en un experto etnógrafo a pesar de ser autodidacta. Con ustedes, Ramiro Berrocal.

10. ¿El viajero nace o se hace?

Ambos, dicen los expertos que el ADN DRD4-7R ya nos predispone genéticamente desde pequeños, por lo que un niño con esa herencia es extremadamente curioso y hace volar su imaginación con la simple visión de mapas, fotografías de exóticos países o sus pobladores. Pero a mi modesto entender en un porcentaje superior el VIAJERO en mayúsculas se hace. En mi caso el punto de inflexión se produjo en un primer viaje a Bangkok. Me fascinaba el simple hecho de caminar por sus calles, descubrir rincones ocultos navegando entre sus canales, interactuar con lugareños con decenas de talismanes budistas colgando del cuello y cubiertos de tatuajes Sak Yant, probar la comida callejera… todo resultaba una aventura diaria, desde entonces ya nada sería igual.

9. ¿Vives para viajar o viajas para vivir?

Reconozco que a día de hoy aún «vivo para viajar», sin descuidar a mis seres queridos, claro! , siempre estoy pensando en mi próxima aventura, aunque no puedo viajar ni mucho menos todo lo que quisiera, son muchos los países, territorios y lugares que aún no pude visitar. Pero soy consciente que hay que disfrutar también con lo cotidiano y me esfuerzo en ello, pero siempre fui un soñador, aventurero y muy curioso, por lo que mi mente está viajando constantemente.

8. ¿Si alguna vez te pierdes donde no deberíamos buscarte?

En grupos de viaje organizados, con horarios predeterminados, comiendo en macro restaurantes, haciendo cola para fotografiarse y con experiencias puramente teatrales. Tampoco en ciudades sin carácter propio, en las que cualquier tienda, comida y cultura en general la puedes encontrar exactamente igual o similar en otras ciudades.

7. Dicen que la cabra tira al monte…y tú, ¿para donde tiras?

Me apasionan los países y sobre todo las culturas lo más exóticas y extravagantes posibles, que me saquen de mi etnocentrismo, me impacten y me despierten todos los sentidos. Puedo viajar durante días en condiciones penosas si el objetivo es conocer una tribu o etnia con algún distintivo único, como pudieran ser los Zoé (un sueño viajero). La curiosidad por conocer sus formas de vida, simples y a la vez sumamente complejas, en las que puede ser normal cortarse una falange de un dedo en señal de luto o proferir latigazos a las mujeres para ser valoradas en función del tamaño de sus cicatrices. Las formas más extremas de modificación o elongación corporal, como la que emplean las Dayak, Mursi, Apatani…también me llaman mucho la atención. Por otro lado, las experiencias en el hábitat de animales lo menos modificadas posibles, aunque no siempre es posible conjugar ambos.

6. ¿Estás de acuerdo con quien afirmó que viajar, como todas las drogas, requiere de un aumento constante de la dosis?

No comparto el símil con la droga, ya que tiene una connotación claramente negativa que me niego a equiparar con los viajes, muy al contrario proporcionan todo tipo de beneficios. Pero sin duda el listón cada vez lo pones más alto, quieres ir escalando posiciones en la complejidad y las condiciones de los destinos elegidos, ya que seguir sorprendiéndote cada vez resulta más difícil y necesitas superarte.

5. ¿Crees que los prejuicios que suelen acompañar a quien no sale de su tierra se curan viajando? ¿O por el contrario el hecho de viajar los reafirma?

Pues dependerá de la actitud que tengas ante la vida. El hecho en sí de viajar no cura ni enferma… pero evidentemente con una mente abierta, empática, con ganas de descubrir y aprender sobre otras culturas, interactuar con locales a la vez que conocer su realidad diaria y la que les rodea, rompe estereotipos de todo tipo, sobre todo los prejuicios negativos.

4. ¿Dirías que el hecho de viajar a dado sentido a tu vida?

Por lo menos durante una larga etapa de mi vida… No concebía que el sentido de esta existencia fuera ser «esclavo» de un trabajo durante toda la vida y una vez llegada la vejez y con suerte, empezar a vivir los pocos sueños que a esas alturas puedas realizar. Viajar me descubrió que después de la salud, el tiempo es lo más preciado que tenemos, mucho más que el dinero, me empeñé desde entonces en ser dueño absoluto del mío. Ahora la vida ya tiene otro sentido y sigo disfrutando como nunca de los viajes.

3. ¿Cómo te imaginas a los setenta años, todavía en el camino o llevando una vida sedentaria?

Para nada me gustaría llegar a los setenta con una vida sedentaria, más bien al contrario, iniciando más viajes de muchos meses. Se que el día que pare de viajar empezará mi decadencia en todos los sentidos, tanto físico como cognitivo. Se puede decir que viajar me mantiene en forma, espero poder realizar muchas más caminatas de largo recorrido, buceos en fondos espectaculares, recorrer desiertos, subir montañas y vivir muchas aventuras más durante esa penúltima etapa.

2. ¿La pandemia ha afectado de alguna manera a tu espíritu viajero?

Durante la pandemia me subía por la pareces, pensé que suerte aquellos que quedaron atrapados en otros países… Aún y sin vacunar se abrió una puerta y no me pude resistir a viajar a México, que acierto en todos los sentidos, además también entendí entonces como de mal lo estábamos gestionando en nuestro país, sobre todo a nivel humano.
Ahora mi espíritu viajero aprecia aún más si cabe la suerte que tiene en poder seguir experimentando todas esas maravillosas sensaciones que te ofrecen los viajes.

1. ¿Una que no me resisto a hacerte: Vamos, confiesa, ¿en qué pensabas cuando tenías a esa hiena tan cerca?

Me sentí como un Gadawan Kura nigeriano hehehe. Pude llegar a oler y percibir su aliento sobre mi cara, además de mirarlas a los ojos de frente. Pensé que era muy afortunado, no todos los días se puede interactuar tan de cerca, con un animal salvaje de mandíbula tan poderosa. Hay dos lugares donde puedes contactar con ellas, yo visité ambos, pero en el originario con Yusuf Mume quien inició esta práctica, donde la experiencia fue sublime. Verlas aparecer como salidas de la nada en mitad de la noche cerrada, sin ningún turista más, fue de esas experiencias viajeras que no olvidas en la vida.

0. Para terminar la cuenta atrás y comenzar el viaje, indícanos tus cinco lugares que todo viajero debería visitar antes de morir

Cada viajero es un mundo y tiene sus propias preferencias, intereses culturales, etc.…basándose en los míos:

1- El Omo sur (Etiopía) con toda su riqueza antropológica. Tribus Mursi, Hamer, Arbore, Body…
2- Papúa occidental, realizando varias incursiones en las tierras altas del Valle del Baliem e inmediaciones para conocer las aldeas Dani, Korowai, Yali…
3- China en toda su extensión, lo ideal sería un viaje de muchos meses, por todas las chinas.
4- Antártida, un escenario completamente diferente al resto.
5- Fondos marinos, bucear en alguno de los enclaves más conservados del planeta como: norte de Sulawesi, Papúa Nueva Guinea, Pulau Derawan…
Se queda alguno más en el tintero como la India…

Gracias Floren por permitirme conocerme un poquito más como viajero a través de tus preguntas y compartir espacio con tan grandes viajeros. Aprovecho también para agradecer a toda mi familia viajera que hoy se dan cita en el grupo «Españoles más viajeros +50» ya que me inspiran, acompañan y enseñan a transitar por el Camino del VIAJERO.

Muchas gracias a ti, Ramiro, por participar en esta serie de entrevistas a grandes viajeros. Y no seas tan humilde, hombre, que en mi opinión tú eres uno de los más grandes.