La tradición iniciática masai se pone de manifiesto a través de ritos tan característicos como los denominados Enkipaata, Eunoto y Olng’esherr. Todos los hombres jóvenes, a los que se denomina moran, deben someterse a ellos antes de pasar a la vida adulta. Se refieren respectivamente a la circuncisión, realizada aproximadamente a los quince años de edad; el afeitado ritual de la cabeza, que se efectúa ocho años más tarde; y una ceremonia de consumo de carne, que se hace cuando el moran se acerca a los treinta años y marca el comienzo de la edad adulta. Mediante estas ceremonias los jóvenes aprenden valores tan fundamentales como el respeto a los mayores, la solución de conflictos o el compromiso que se les supone como personas maduras. Tras ellas, se considera que se han convertido en adultos independientes y pueden asumir la total responsabilidad de sus familias.