Segundo antílope más grande del mundo tras el eland, el gran kudú (Tragelaphus strepsiceros) alcanza un metro sesenta centímetros en la cruz y puede llegar a pesar trescientos kilos. Sobresalen en esta especie los espectaculares cuernos helicoidales de los machos, que dan dos vueltas y media sobre su eje y llegan a alcanzar una media de un metro veinte centímetros en línea recta. Su rango de distribución se limita a África, con especial énfasis en el este y el sur del continente africano. El hábitat de esta especie suele ceñirse a áreas arbustivas y de matorral, donde halla alimento suficiente y una protección adicional contra los depredadores. Resulta muy habitual en el sudafricano Parque Nacional Kruger, en el que encuentran un refugio inmejorable entre matorrales de mopane y acacias, bosques de ribera e incluso el característico bushveld, o sabana arbolada, con predominancia de ejemplares de marula. Actualmente se considera que el número de individuos de gran kudú que habitan en la reserva supera los veinte mil, constituyendo una de las mayores densidades de población de la especie.