La edificación del castillo de Vila Viçosa se inició en la segunda mitad del siglo XIII, durante el reinado de Alfonso III de Portugal. Los trabajos continuaron de la mano de su sucesor, Dom Dinis, hasta darse por concluidos en la primera mitad del siglo XIV. En la segunda mitad de ese mismo siglo se efectuaron algunas mejoras y a comienzos del siglo XVI se le añadió el foso. Ya en el siglo XVII la villa fue reforzada con una muralla pentagonal que parte de la fortaleza, con el fin de proteger la población durante la Guerra de la Restauración. Tras todas estas modificaciones la fortificación resultante tiene una planta prácticamente cuadrada, con imponentes torreones circulares en dos de sus ángulos. En su interior se encuentra el Santuário de Nossa Senhora da Conceição, dedicado a la patrona de Portugal, además de un museo arqueológico y otro dedicado a la caza.
