Perteneciente al municipio oscense de Sallent de Gállego, la atractiva población de Lanuza es protagonista de un caso casi único en territorio español. Se tiene constancia de ella al menos desde el siglo XIII y sus vicisitudes están documentadas en épocas posteriores. En la década de los setenta del siglo pasado se planificó el embalse homónimo, hecho que obligó a sus ciudadanos a abandonar sus viviendas. Sin embargo, parte de aquella no fue anegada por el agua embalsada del río Gállego, por lo que sus antiguos habitantes consiguieron recuperar sus propiedades y reconstruir el caserío. El resultado ha sido espectacular y la localidad vuelve a presentar el pintoresco aspecto que debió tener en el pasado. Entre sus construcciones destaca la iglesia del Salvador así como diversas muestras de arquitectura popular rehabilitadas con exquisito mimo.