Sierra de Tramontana (por Jorge Sánchez)
La mejor manera de conocer este Patrimonio de la Humanidad es tomando el tren desde Palma de Mallorca hasta Sóller, en cuyas playas descansé tres días. El regreso a Palma de Mallorca también lo realicé en tren. Ese tren es de madera, fabricado en el año 1912, consta de cuatro vagones y no dispone de cafetería o lavabos. Los raíles son estrechos, parece un tren de juguete, como los que hay en la India. Los vagones están decorados con reproducciones de pinturas del artista catalán Joan Miró, que nació en Barcelona, pero vivió mucho tiempo en Mallorca, donde murió.
La Sierra de la Tramontana es muy atractiva, así como los paisajes y aldeas que se observan en el trayecto en tren, que emplea una hora para recorrer unos 28 kilómetros. Realiza varias paradas a mitad del camino, una de ellas es llamada el Mirador de Puyol, para que los turistas puedan descender del tren durante 10 minutos y tomar bellas fotografías de las montañas y poblados, con campos llenos de árboles frutales, como naranjos y limoneros. Luego se atraviesa un túnel de unos 3 kilómetros de largo. El pico más alto, de casi 1500 metros, se llama Puig Major.
Una vez en Sóller, un tranvía espera a los pasajeros (casi todos turistas) para descenderlos hasta Puerto de Sóller, que fue donde yo me alojé. El precio del tren, ida y vuelta, más el tranvía, me salió todo junto por unos 25 euros. Durante mi estancia realicé dos trekkings a los alrededores, en el corazón de la Sierra de la Tramontana.