Con una superficie aproximada de dos hectáreas y media, Bagh-e Fin es un histórico jardín persa situado en la localidad de Kashan. Sus orígenes son remotos y es posible que se remonten hasta la civilización elamita, que se desarrolló alrededor del primer milenio antes de nuestra era, puesto que en sus inmediaciones se han encontrado restos de jardines de esa época. Sin embargo, su versión actual corresponde al periodo safávida, cuando fue diseñado tal y como lo vemos ahora por encargo de Abbas I a comienzos del siglo XVII. Al igual que otros jardines persas, dispone de un estanque junto a un pabellón que se refleja en la superficie del agua. Ésta proviene de diversos manantiales existentes en las cercanías y alimenta numerosas fuentes y estanques mediante un ingenioso sistema de canalización. Entre la vegetación existente en el jardín destaca la presencia de un buen número de cipreses mediterráneos, característicos de esta zona de Irán.