Grandiosa edificación que ocupa un lugar preeminente en la antigua ciudad de Éfeso, la denominada Biblioteca de Celso fue construida en la primera mitad del siglo II. Su promotor fue el hijo de Tiberius Julius Celsus Polemaeanus, adinerado ciudadano que ejercía como procónsul de los territorios romanos de Asia Menor, cuya capital estaba situada en la localidad efesia. Al parecer, Celso dejó el dinero suficiente para construir una biblioteca que almacenara unos doce mil rollos, que la convertirían en la tercera más grande de la antigüedad tras las de Alejandría y Pérgamo. Debió ser su hijo el que la convirtiera también en el mausoleo de su padre, quien fue enterrado en una cripta bajo el recinto principal del edificio. Destaca una imponente fachada de dos cuerpos, en cuyo nicho central superior se hallaba una estatua de su benefactor que actualmente se expone en el Museo Arqueológico de Estambul.