Inmerso en un entorno ciertamente bucólico, el denominado Zafra IV es el más grande entre los dólmenes que pueden verse en el término municipal de Valencia de Alcántara. Conserva cinco espectaculares ortostatos, algunos de los cuales superan los tres metros de altura visible, que conforman una cámara circular de más de tres metros y medio de diámetro. Como la mayoría de los componentes de este conjunto dolménico fue construido utilizando el granito, material abundante en la zona. Tanto la cubierta como el túmulo han desaparecido, al igual que lo ha hecho el corredor que presumiblemente le daba acceso. Su datación se estima entre el tercer y el quinto milenio a.C.