Tratado de asimetría
Inauguradas a finales de la década de los setenta del siglo pasado, las denominadas Torres de Kuwait son uno de los símbolos de la capital kuwaití y, por consiguiente, de todo este pequeño emirato ubicado en la zona más recóndita del Golfo Pérsico. A pesar de que ya ha transcurrido un tiempo considerable desde que se planeó su construcción, el diseño por entonces futurista que les otorgó la arquitecto danesa Malene Bjørn no ha perdido un ápice de su originalidad. Y probablemente sea esa característica imagen la razón de su atractivo para la mayoría de los visitantes que se acercan a la ciudad, que suelen quedarse absortos ante esa combinación de esferas y agujas tan peculiar.
Componen el complejo tres estructuras, a las que suele conocerse con las denominaciones de Torre Principal, Torre Intermedia y Torre Inferior. La Torre Principal se eleva hasta 187 metros de altura y, aparte de la columna en forma de aguja que identifica a todas ellas, muestra dos esferas de diferente diámetro. La mayor, situada a 82 metros sobre el suelo, alberga un restaurante muy conocido en la capital kuwaití además de un par de cafeterías y una sala de recepciones. La más pequeña, colgada a la apreciable altitud de 123 metros, cumple fundamentalmente el papel de un mirador giratorio desde donde se aprecian impresionantes vistas de la ciudad y las tranquilas aguas del Golfo, que se funden a lo lejos con el horizonte.
Tanto la Torre Intermedia como la Torre Inferior cumplen el papel de escoltas de la anterior y su labor es más bien de índole práctica. La primera de ellas se levanta 147 metros sobre el suelo y presenta una única esfera atravesada por la consabida aguja. Sirve esta burbuja como un enorme depósito donde se almacena el agua requerida para abastecer las necesidades de la Torre Principal. La Torre Inferior, por su parte, está formada tan solo por una aguja que se eleva hasta los 113 metros y funciona como generador de energía, proporcionando electricidad al conjunto de las tres torres y a sus barrios colindantes. El todo presenta pues una considerable asimetría en sus proporciones, que difieren considerablemente de un elemento a otro, pero da como resultado una imagen extrañamente coherente.
Durante la invasión del país por parte de sus vecinos iraquíes, ocurrida durante la Primera Guerra del Golfo, las torres de Kuwait quedaron gravemente dañadas, tanto en su interior como en la parte exterior. No parece que los hechos se produjeran en combate, sino que a las tropas de Saddam Hussein no debió gustarles en exceso su imagen ultramoderna y, después de saquearlas, hicieron lo posible por echarlas abajo con procedimientos tales como prenderles fuego. No lo consiguieron, aunque la Torre Principal sufrió daños estructurales que obligaron a restaurarla una vez el emirato consiguió liberarse del yugo invasor en 1991, siendo reabierta de nuevo un año más tarde.
A pesar de que con el paso del tiempo edificaciones infinitamente más modernas, de mayor altura y construidas de acuerdo con las últimas modas arquitectónicas han ido proliferando en la capital kuwaití, las torres de Kuwait siguen conservando todo su encanto ya bien entrado el siglo XXI. Situadas en una pequeña península que forma la costa en aquella zona de la ciudad, la carencia de edificios elevados a su alrededor las hace perfectamente visibles tanto desde la urbe como desde las aguas de ese Golfo Pérsico al que parecen dirigirse. Y en cierta manera asemejan ser una especie de enormes minaretes futuristas, como si quisieran hacer saber al mundo el poderío económico que este pequeño emirato islámico estaba destinado a alcanzar ya desde su nacimiento.
Muy macanudo vuestro reportaje sobre Kuwait, gracias Florencio, vos conseguís penetrar en los vericuetos más inverosímiles del planeta Tierra. Esos edifisios se asemejan a los pinchos de aceitunas ensartados por un palillo de dientes, que te regalan al pedir en un bar una birra Quilmes.
Lástima que Saddam no quedara ensartado en uno de esos pinchos cuando invadió el país allá por 1990, se hubieran evitado muchas desgracias posteriores.
Tomáte una Quilmes a mi salud, compadre, que acá al otro lado del charco no resulta fácil conseguirla.
Hola Florencio. Te doy toda la razón en lo de «imagen extrañamente coherente». Así a primera vista me han recordado a la Oriental Pearl Tower de Shanghai, pero éstas son mucho más elegantes.
Por cierto, ¿de qué año son las fotos?
¡Saludos!
Estas imágenes fueron tomadas en 2011. Como suele ser habitual con mis fotos, no son muy buenas pero creo que apoyan bastante bien el mensaje que intento transmitir. No soy arquitecto ni artista, pero la imagen de estas torres me produjo una sensación de equilibrio a pesar de la inicial discrepancia que existe entre ellas. Tampoco es casualidad que fueran diseñadas por un arquitecto nórdico, tienen un aspecto bastante funcional también.
Muchas gracias por tu comentario.
Por supuesto que la apoyan. 😀 Mi pregunta venía porque haciendo una pequeña búsqueda daba la sensación de que el entorno había cambiado, pero también es verdad que estas ciudades del Golfo Pérsico evolucionan a otro ritmo.
Me ha encantado. La verdad es que no tenía ninguna imagen formada de Kuwait salvo la del pabellón de la Expo 92 en Sevilla jaja Me han entrado ganas de «escaparme» por allí.
¡Saludos!
Es posible que en cuatro años la imagen de la ciudad haya cambiado, aunque en esa época no se veían obras por la zona donde están situadas las torres, a diferencia de otras. Entonces estaban a punto de terminar la Torre al-Hamra, todavía el edificio más alto del emirato con 413 metros y situada en la parte de la capital kuwaití que concentra mayor número de rascacielos.
Florencio, vos hacés que vuestros relatos viajeros consigan hacer de un sitio que aparentemente era anodino, en super interesante. De no tener pensado jamás pasar por Kuwait, ahora tengo interés en conocer ese país gracias a vos, durante alguno de mis futuros viajes a Asia, e intentaré hacer una escala en Kuwait de al menos dos días con una noche, y no al estilo «inspirador», que solo pasa unas horas en los sitios.
Eso me preocupa, compadre. Mirá que yo no soy como el Selestino y los demás «inspiradores» e «influenciadores», que solo buscan ganar plata con sus blogs. Que a mí me preocupa influir en quien me lee y dar una imagen demasiado subjetiva sobre un destino determinado. No quiero que nadie se sienta decepcionado tras visitar alguno de los sitios sobre los que escribo.
Espero que Kuwait te guste cuando lo visites, compadre. Ya me dirás que te pareció y si la imagen que se desprende de mis escritos es la real.
Lo anoté brother, y perdé cuidado que si finalmente viajo a Kuwait os informaré de mis pesquisas si ubico esos edifisios tan bárbaros.
Vos tenés que entrar en la web de Selestino el Inspirador, haceme caso, compadre Florencio, a ver si ya lo han mandado a la isla de la Reunión gracias al premio de la rifa que le tocó al azar. A ver si cuenta la isla como un país nuevo en su currículo viajero. Igual viaja a Reunión con escala del avión en Kuwait y se anota otro país nuevo. A este paso Selestino el Inspirador pronto os agarrará y declarará haber viajado a más países que vos.
No importa, yo no tengo un ego tan enorme como el Selestino y sus compadres inspiradores. ¿Sabés que? Yo ya viajé mucho más que lo que siempre soñé y siempre me conformé con poca cosa. Si el gurú de la Navidad y sus acólitos me superan pues mejor para ellos. Aunque deberían admitir que lo habrán hecho como viajantes, nunca como viajeros. Nunca tendrá el mismo sabor un viaje hecho en libertad que uno hecho a medida de quien te lo paga.
Buenas noches, compadre, ya es tarde acá.
Una rareza que algo construido en la década de los setenta dándole una visión futurista en aquel tiempo aun la siga teniendo! generalmente las construcciones de ese tiempo ahora se ven ridículamente pasadas de moda.
Un gran ejemplo son los edificios «sesenteros» que invaden la costa azul y que, al menos a mi, me parecen viejos y feos. Pero bueno para todos hay gustos.
Estas torres se siguen viendo vigentes. No se por que pero Kuwait me llama la atención desde hace tiempo, no se a ciencia cierta por que. Curiosidad viajera tal vez.
Saludos!
He visto algunos de esos edificios «sesenteros» de la Costa Azul que mencionas y particularmente me parecen horrorosos. Pero el diseño de las torres de Kuwait me agrada, no parece que hayan pasado de moda.
La ciudad de Kuwait, el resto del país es casi solo desierto, me pareció una mezcla interesante entre lo moderno y lo tradicional. Al lado de edificios hipermodernos aún existen zocos o pescadores poniendo a secar al sol sus redes que muestran una forma de vida que parecía perdida. No diría que es una ciudad hermosa pero sí atractiva.
Muchas gracias por tu aportación.