Aunque su existencia se justifica por sí misma, los museos arqueológicos son de vital importancia para la conservación y exposición de numerosos objetos que refieren al pasado de un determinado lugar. Juegan un papel fundamental tanto en la protección del patrimonio histórico y artístico como en su transmisión a los ciudadanos, en definitiva. Pero además del incalculable valor, casi siempre más sentimental que pecuniario, de sus colecciones, la mayoría de ellos están situados en edificaciones que ya por sí solas merecerían una visita.

Visitar museos nunca ha sido un hecho fundamental en mis viajes, pero aun así habitualmente les he dedicado un espacio y prácticamente nunca he salido decepcionado. Puesto que mis prioridades cuando salgo de mi entorno suelen ser la naturaleza, y ésta ya es un museo en sí misma, el arte y la Historia no es difícil suponer que tanto los escenarios museísticos de impronta artística como los arqueológicos han sido siempre los que han constituido mis preferencias en este campo. Debo indicar que no soy un experto en ellos en absoluto, pero el simple hecho de contemplar materiales producidos por manos humanas mucho tiempo atrás siempre me ha despertado innumerables sensaciones.

En un nuevo reto con el gran viajero Jordi Martínez Baylach me dispongo a desvelar por tanto cuales son los museos relacionados con la arqueología que más me han gustado. En esta ocasión hemos tenido la suerte de que se nos haya unido Dani, viajero de pro y gran experto en todos los aspectos relacionados con el patrimonio, tanto cultural como natural. Durante el proceso de preparación de este artículo he caído en la cuenta de que prácticamente no tengo fotos de museos, así que la mayoría de ellas no son mías sino de autores que permiten su distribución a terceros. Lamento este hecho y os invito a visitar estos lugares si no lo habéis hecho ya, en la convicción de que no os decepcionarán.

Museo Arqueológico Nacional (España): Situado en la ciudad de Madrid, su colección se distribuye en unas cuarenta salas, donde se exponen alrededor de diez mil objetos y más de cien mil monedas procedentes de los cinco continentes. Su punto fuerte es el patrimonio encontrado en territorio español, donde destacan figuras tan emblemáticas como la Dama de Elche o muestras de orfebrería como el tesoro de Guarrazar.

Crédito: José Souto

Museo Nacional del Bardo (Túnez): Lamentablemente noticia en la actualidad por temas que nada tienen que ver con el patrimonio, el Museo Nacional del Bardo fue inaugurado ya a finales del siglo XIX. Contiene una recopilación excepcional de piezas halladas a lo largo y ancho del país tunecino, entre las que destacan las extraídas en yacimientos tan importantes como Cartago, Dougga o Sufetula. Su colección de mosaicos romanos posiblemente no tenga parangón con ninguna otra a nivel mundial.

Crédito: Tilemahos Efthimiadis

Museo de la Acrópolis (Grecia): Construido en la segunda mitad del siglo XIX para almacenar los restos encontrados en la Acrópolis, contiene obras tan carismáticas como parte de los frisos del Partenón o las cariátides del Erecteion entre otras muchas. Curiosamente, incluye una zona vacía a la espera de que los británicos devuelvan los frisos orientales del famoso templo dedicado a Atenea, sacados ilegalmente del país heleno por Lord Elgin.

Crédito: mmarftrejo

Museo Británico (Reino Unido): Los mencionados frisos, junto con multitud de piezas más, se encuentran en el londinense Museo Británico. Probablemente la colección arqueológica más importante del mundo, su relevancia es indudable, aunque siempre quedará la duda de cómo se consiguieron muchas de las obras expuestas, buena parte de ellas reclamadas por sus países de origen.

Crédito: High Contrast

Museo Nacional de Damasco (Siria): Fundado hace aproximadamente un centenar de años, el Museo Nacional de Damasco se sitúa en el centro histórico de la capital siria. Está dividido en cinco zonas, que abarcan desde la era prehistórica a la contemporánea, pasando por la antigua Siria, la Siria clásica y la Siria islámica. Entre sus obras más destacadas se incluye el que está considerado el primer alfabeto que se conoce.

Museo del Louvre (Francia): A pesar de ser fundamentalmente conocido por su lado artístico, el museo del Louvre es vital también desde el punto de vista histórico. Y no precisamente en relación con el pasado del país galo, como lo prueba que sus piezas más destacadas sean estatuas como la Victoria de Samotracia o la famosa Venus de Milo, a la vez que estelas como el Código de Hammurabi.

Museo Nacional de Arte Romano (España): Obra del controvertido arquitecto Rafael Moneo, el Museo Nacional de Arte Romano se encuentra en la ciudad extremeña de Mérida. En la actualidad alberga más de treinta mil piezas, entre las que destaca una impresionante colección de escultura romana. Sobresalen en ella las dedicadas a Octavio Augusto, fundador y benefactor de la ciudad emeritense.

Crédito: Richard Mortel

Museo Arqueológico de Delfos (Grecia): Creado a comienzos del siglo XX para almacenar las piezas encontradas en el sitio arqueológico de Delfos, este museo contiene una quincena de salas donde pueden verse diversas muestras arquitectónicas encontradas en este lugar. Buena parte de ellas fueron localizadas en el sitio donde se hallaba el Oráculo, aunque también destacan algunas procedentes de otros lugares de Grecia. Por ejemplo, la fabulosa esfinge de Naxos, ofrenda de los habitantes de la isla al templo pítico de Apolo.

Museo de Historia Nacional y Arqueología de Constanţa (Rumanía): Establecido hace algo menos de medio siglo en lo que fue el antiguo Ayuntamiento de la ciudad, el Museo de Historia Nacional y Arqueología de Constanţa contiene una interesante colección de piezas procedentes tanto de la antigua ciudad romana de Tomis como de sus precedentes en el lugar. Destaca una figurilla prehistórica conocida como El pensador, que no es descartable que influenciara a Rodin para producir su obra más famosa.

Crédito: José Javier Martín Espartosa

Museo Egipcio (Egipto): Probablemente el museo arqueológico por excelencia, el Museo Egipcio de El Cairo contiene la colección más impresionante de obras procedentes del Antiguo Egipto que imaginarse pueda. Entre sus más de cien mil objetos se exhiben piezas de todos los periodos en los que se divide la civilización egipcia, incluyendo ejemplos tan carismáticos como la máscara funeraria de Tutankhamon. No faltan las momias, que se encuentran en una sala especial y son continuamente objeto de estudio.

Podéis ver los diez museos elegidos por Jordi aquí y los elegidos por Dani aquí.