De aspecto genuinamente castellano, la calle Mayor vertebra el centro histórico de Alcalá de Henares a lo largo de casi cuatrocientos metros. Fue construida aproximadamente en el siglo XII, aprovechando el trazado de una antigua calzada romana. Constituye la referencia comercial de la ciudad alcalaína ya desde tiempos medievales, época a la que debe su estructura actual, con tiendas situadas en los bajos de los edificios mientras que las viviendas lo estaban en la planta superior. Sus soportales originales eran de madera y fueron progresivamente sustituidos por pilares cilíndricos, de los que aún se conservan algunos en buen estado, en el siglo XVI y por otros rectangulares en el siglo XIX. Diversos expertos la consideran la calle soportalada más larga de Europa.