Tesoro de Guarrazar (Municipio de Guadamur, Castilla-La Mancha)
Hallado a mediados del siglo XIX en el municipio toledano de Guadamur, el tesoro de Guarrazar está compuesto por diversas cruces, cálices y coronas de incalculable valor y procedencia visigoda. Su origen sigue siendo un misterio, aunque las últimas teorías apuntan a que estas joyas se encontraban en el interior de un santuario religioso y, ante el imparable avance de los invasores árabes a comienzos del siglo VIII, sus propietarios decidieron enterrarlas en el cementerio del complejo. Más de mil años después fueron encontradas por casualidad y parte de ellas vendidas al Gobierno francés. Durante la ocupación de Francia por tropas de Hitler, su lugarteniente Himmler devolvió algunos de sus componentes a España. En la actualidad, las piezas que se conservan se distribuyen entre el Museo de Cluny, el Palacio Real de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional, sito también en Madrid. En este último se expone la extraordinaria corona votiva de Recesvinto, hecha de oro y engastada con zafiros y otras piedras preciosas, de la que penden las letras de nombre como oferente. Otra corona votiva, la de Suintila, fue robada de las dependencias del Palacio Real en 1921 y jamás ha podido ser localizada.