Así denominado debido al efecto que produce su acusada pendiente al cruzarlo, el puente de la Risa salva un canal en la parte de La Manga del Mar Menor conocida como Veneziola. Fue diseñado hace cuatro décadas según el modelo de los puentes renacentistas italianos, puesto que se pretendía urbanizar esta zona de golas y canales tomando como modelo la ciudad de Venecia. Sin embargo, la urbanización nunca llegó a ser completada. El puente en sí consta de dos arcos que sobrepasan el medio punto, aunque no llegan a ser totalmente ojivales. Para su construcción se empleó un tipo de piedra resistente al salitre, que se ha mantenido incólume ante los efectos de la erosión hasta la fecha. Hace un lustro se restauró el pavimento, pasando de asfalto a adoquinado, de manera que las ruedas de los vehículos experimenten un mayor agarre y sea más fácil superar la característica inclinación que presenta.