Conocida como Turboleta por los celtíberos, la actual Teruel fue más tarde denominada Turbula por los romanos y Tirwal por los árabes. Curiosamente, este último término significa torre, anticipando quizás lo que vino después. Y es que la principal característica de esta población hoy día son sus torres acordes al mudéjar aragonés, entre las que sobresalen la torre del Salvador, la torre de San Martín y el campanario de la catedral de Santa María de Mediavilla. El centro neurálgico de la localidad se halla en la plaza del Torico, presidida por la imagen de un diminuto aunque carismático toro y en la que destacan construcciones como Casa El Torico. Hay que mencionar también el acueducto de Los Arcos, el mayor construido en España durante el Renacimiento, y el mausoleo de los amantes de Teruel, obra del escultor extremeño Juan de Ávalos que se encuentra en el interior de la iglesia de San Pedro. En la actualidad, la ciudad de Teruel cuenta con unos treinta y seis mil habitantes, con lo que resulta la capital de provincia menos poblada de España.