Catedral de Santiago (Bilbao, País Vasco)
Dedicada a la advocación del apóstol Santiago, patrón de la ciudad, la catedral de Bilbao fue construida entre la segunda mitad del siglo XIV y la primera mitad del siglo XVI. La edificación actual reemplazó a una anterior, datada a finales del siglo XIII y posteriormente ampliada, que había sido destruida por un incendio hacia 1374. Ya a finales del siglo XIX se acometió una profunda reestructuración que dio como resultado la fachada principal y el campanario, ambos en estilo neogótico. A mediados del siglo XX se estableció en ella la diócesis de Bilbao, escindida de la de Vitoria, y la ya por entonces basílica menor se convirtió en catedral. A ello se debe el aspecto poco grandioso del edificio, creado para convertirse en parroquia y no en sede catedralicia. Tanto sus tres naves como el claustro son puramente góticos, siendo este último uno de los pocos ejemplos de claustro procesional concebido para su uso en una iglesia parroquial. Quince capillas se suceden en el interior del templo, conteniendo interesantes muestras de arte gótico, barroco y neogótico. Destaca también su gran pórtico exterior de traza renacentista.