Dedicada a la advocación del apóstol Mateo, patrón de la localidad homónima donde está situada, la iglesia arciprestal de San Mateo Apóstol es una de las mejores muestras del gótico en la Comunidad Valenciana. En ella se produjo la renuncia del antipapa Clemente VIII, sucesor del Papa Luna, dándose por concluido el denominado Cisma de Occidente. Su construcción data del siglo XIII, aunque fue retocada en diversos puntos durante los siglos posteriores. Mantiene una portada románica, pero la estructura de su única nave es plenamente gótica. Presume de un robusto campanario octogonal, que con sus más de treinta metros de altura se eleva sobre las casas de la población ofreciendo una imagen imponente.