Casa de las Cigüeñas (Cáceres, Extremadura)
Residencia señorial de la familia Ovando, la casa de las Cigüeñas fue construida a finales del siglo XV sobre los restos de una antigua alcazaba almohade. Su primer propietario fue Diego de Ovando, quien había adquirido esas tierras con el fin de asentarse tras las numerosas vicisitudes vividas en múltiples contiendas. La portada del edificio está formada por un arco de medio punto sobre el que se sitúan los escudos nobiliarios de los Ovando-Mogollón. Es conocida con su apelación actual debido a las múltiples cigüeñas que anidaban sobre su torre, que llama poderosamente la atención por su altura, inusual en el recinto histórico de Cáceres. Ello es debido al hecho de ser la única torre de la población que no fue desmochada por orden de Isabel la Católica, que pagó así los servicios del capitán Diego de Ovando durante la guerra de sucesión librada contra los partidarios de Juana la Beltraneja. La edificación fue restaurada a mediados del siglo XX para convertirla en sede del Gobierno Militar de la ciudad y actualmente sigue en manos del Ministerio de Defensa español.