Puente de Vizcaya (por Jorge Sánchez)
Este es un sitio UNESCO muy simpático y fácil de visitar si uno se encuentra en Bilbao, como fue mi caso hace unos años.
Tomé el Metro en la parada de San Mamés y pronto llegué a Portugalete, donde pagué por un precio de risa un viaje en una barquilla transbordadora al otro lado de la ría de Bilbao, a Las Arenas.
Tanto me complació ese trayecto que enseguida compré otro billete de regreso a Portugalete, y poco rato después pagué para poder subirme en un ascensor a la parte más alta del puente, la pasarela, desde donde disfruté de una gran vista del entorno. Allí arriba me quedé un buen rato; tuve sentimientos muy gratos, parecidos a los de la infancia, me sentí niño.
Allí en lo alto no estaba solo; había varios turistas extranjeros (con algunas chicas japonesas) y una familia española con dos niños.
Una vez abajo me enorgullecí por haberlo visitado cuando leí en las explicaciones que ese puente transbordador, acabado en 1893 por el arquitecto vizcaíno Alberto de Palacio (discípulo del ingeniero Eiffel, aunque su torre parisina se inauguró más tarde, en el año 1899), fue el primero del mundo en su género, y podía transportar tanto pasajeros como vehículos. Mide unos 60 metros de alto por unos 160 de largo y cruza la ría de Bilbao.
Culminé esa mañana caminando desde Getxo hasta Algorta, donde degusté unos deliciosos pintxos (tapas) acompañados por unas cuantas copas de vino txacolí. Regresé a Bilbao muy contento.