Estratégicamente situada sobre un cerro, en cuya ladera existe un manantial conocido desde antiguo, la villa de Urueña fue amurallada ya en época medieval. Al parecer, las razones de su fortificación se encuentran en las disputas que tuvieron sobre estas tierras los hermanos Fernando II de León y Sancho III de Castilla a mediados del siglo XII. Urueña quedó en manos castellanas y durante décadas fue frontera entre ambos reinos. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, un terrible incendio estuvo a punto de acabar con la población, cuyas casas debieron ser reconstruidas en parte. De sus orígenes se conserva en buen estado la muralla, construida entre los siglos XII y XIII. De la misma época es el castillo, que sirvió como residencia a María de Padilla, favorita de Pedro I de Castilla, y luego fue utilizado como prisión y como cementerio. En la parte baja de la colina se halla la extraordinaria ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, obra románica del siglo XI. En la actualidad, Urueña cuenta con algo menos de doscientos habitantes y destaca por las numerosas librerías que pueblan sus calles, estando considerada la única Villa del Libro que existe en España.
