13 sobresalientes creaciones prerrománicas
Aunque los expertos no se acaban de poner de acuerdo del todo, la mayoría de ellos sitúan entre finales del siglo V y comienzos del siglo XI el periodo en el cual se desarrolló el denominado arte prerrománico. Durante los cinco siglos transcurridos entre el fin del arte paleocristiano y el nacimiento del románico surgieron diversas manifestaciones artísticas en Europa Occidental, a la vez que en Europa Oriental seguía manteniéndose el arte bizantino debido a la continuidad del Imperio romano. A pesar de tener diversas características comunes, como la simplicidad o la abundancia de motivos figurativos, no puede hablarse de un estilo único en el prerrománico, tal y como lo sería el románico que surgiría a continuación.
Por consiguiente, cuando se habla del prerrománico hay que tener en cuenta las numerosas variantes locales. Por solo mencionar algunas de ellas, destacaríamos el arte carolingio, surgido en territorio de los francos a finales del siglo VIII y que se prolongó más de cien años; el arte visigodo, producido por este pueblo bárbaro tras su conversión al catolicismo; o el arte mozárabe, desarrollado por cristianos residentes en territorio musulmán en la Península Ibérica a partir del siglo VIII. Cada uno de estos estilos tiene una serie de características propias que lo diferencian de sus coetáneos, dejando para el prerrománico el papel de cajón de sastre que englobaría a todos ellos.
Sin más preámbulos, en un intento de rendir homenaje a tan senectas como atrayentes obras de arte, os presentamos algunas de nuestras creaciones prerrománicas favoritas.
Iglesia de Santa María del Naranco (Municipio de Oviedo, España): Localizada a las afueras de la ciudad de Oviedo, Santa María del Naranco es probablemente el único caso de palacio real reconvertido en iglesia. Construida a mediados del siglo IX como residencia para el monarca Ramiro I, pasó a ser templo católico posiblemente en la primera mitad del siglo XII, aunque la fecha exacta es desconocida. Arquitectónicamente hablando se encuadra en el prerrománico asturiano, dentro de la corriente denominada ramirense.
Iglesia de San Donato (Zadar, Croacia): Caracterizada por su simplicidad, la iglesia de San Donato está dedicada al obispo de Zadar del mismo nombre, quien al parecer auspició la construcción del templo a comienzos del siglo IX. Tiene planta circular, prolongada por tres ábsides semicilíndricos, y está rematada por una cúpula que se acerca a los treinta metros de altura. Edificación prerrománica más grande de Croacia, mantiene claras reminiscencias del arte carolingio.
Basílica de Santa Lucía del Trampal (Municipio de Alcuéscar, España): Situada en el municipio extremeño de Alcuéscar, la basílica de Santa Lucía del Trampal es un templo cuyos orígenes resultan bastante inciertos. Algunos expertos lo sitúan en el siglo VII, dentro de la arquitectura visigoda, mientras que otros lo retrasan hasta el siglo siguiente, con lo que sería ya plenamente mozárabe. Tampoco importa demasiado, lo relevante es el hecho de ser una de las iglesias más antiguas y que mayores peculiaridades presenta en la Península Ibérica.
Gallarus Oratory (Condado de Kerry, Irlanda): Aunque para peculiar y misteriosa, esta construcción ubicada en la península de Dingle. Considerada la edificación prerrománica mejor conservada de Irlanda, sobre Gallarus Oratory se desconoce prácticamente todo. Desde su fecha de construcción, que algunos expertos sitúan en el siglo VI y otros la retrasan hasta el siglo IX, hasta su dedicación e incluso su funcionalidad. En cierto modo, recuerda a las construcciones neolíticas, por lo que algunos hasta dudan de que realmente fuera una iglesia en sus orígenes.
Tesoro de Guarrazar (Municipio de Guadamur, España): La orfebrería jugó un papel fundamental durante los casi tres siglos que los visigodos dominaron la Península Ibérica. Seguramente las mejores muestras que nos legaron forman parte del denominado tesoro de Guarrazar, encontrado a mediados del siglo XIX en el municipio toledano de Guadamur. Su pieza más valiosa es la legendaria corona votiva de Recesvinto, de oro puro y engastada con perlas y zafiros. Actualmente forma parte de la colección del Museo Arqueológico Nacional, situado en Madrid.
Capilla Palatina (Aquisgrán, Alemania): La catedral de Aquisgrán está considerada la más antigua del norte de Europa y el germen a partir del cual se desarrolló es la conocida como Capilla Palatina. Considerada como la cima del arte carolingio, fue encargada por Carlomagno a finales del siglo VIII. De planta centralizada, está inspirada en la iglesia de San Vital de Rávena y fue el edificio más alto al norte de los Alpes durante unos doscientos años. El propio Carlomagno pidió ser enterrado en ella y así se hizo.
Basílica de Idanha-a-Velha (Idanha-a-Velha, Portugal): Antigua catedral, hoy día sirviendo como una especie de museo, la basílica de Idanha-a-Velha es una de las construcciones más maravillosas y desconocidas del periodo prerrománico. Aunque en este lugar ya existió una basílica en el siglo IV, la edificación actual data de finales del siglo VI. Fue encargada por el rey suevo Teodomiro, aunque las obras se iniciaron cuando éste ya había fallecido. Entre otras vicisitudes, el templo sirvió como mezquita en los siglos IX y X, durante la ocupación musulmana de esta zona del este de Portugal.
Cocina de San Kevin (Condado de Wicklow, Irlanda): Ni cocina ni quizás prerrománica, puesto que algunos expertos la datan ya en el siglo XII, la cocina de San Kevin conserva elementos que la alejan del románico y la acercan al misterioso prerrománico irlandés. En realidad, se trata de un templo situado en la antigua abadía de Glendalough y posiblemente fuera encargado por el propio Kevin, ermitaño que vivió mayormente en el siglo VI. Es popularmente conocido como tal debido a la forma cilíndrica de su torre, que recuerda a una chimenea.
Ermita de San Baudelio (Municipio de Caltojar, España): Construida a finales del siglo XI en un lugar perdido del páramo soriano, el diseño de la ermita de San Baudelio constituye todo un enigma difícil de resolver. Los motivos arábigos que la definen son evidentes, en especial ese conjunto de arcos de herradura que nacen de un tronco común a la manera de ramas de una palmera. Sus pinturas murales parecen ser del siglo XII y la mayor parte de ellas fueron expoliadas hace unas décadas, encontrándose en la actualidad en Nueva York y Madrid entre otros lugares.
Monasterio de San Salvatore (Brescia, Italia): Muerto a finales del siglo VIII, Desiderio fue el último rey lombardo, pueblo originario del norte de Europa que se instaló en prácticamente toda la península italiana en esa época. Entre las obras arquitectónicas que encargó construir destaca el monasterio de San Salvatore, situado en la actual población de Brescia. Obra de la segunda mitad del siglo VIII, destaca su iglesia, que ha llegado hasta nuestros días en buen estado, aunque bastante reconstruida. Allí pasó su exilio su hija Desiderata tras haber sido repudiada por el monarca franco Carlomagno.
Iglesia de Santa María de Melque (Municipio de San Martín de Montalbán, España): Visigoda para unos, mozárabe para otros, con elementos de ambos estilos para la mayoría, la datación mediante el método de carbono 14 ha dado como fecha más probable de construcción de este templo la primera mitad del siglo VIII. Posiblemente alrededor de la iglesia fuera construido un monasterio del que no han quedado trazas. Situada sobre el cimborrio tenía una torre defensiva, de la que se conserva la base y cuyo origen probable sería templario.
Abadía de Reichenau (Mittelzell, Alemania): Pirmin fue un monje benedictino, posiblemente de origen visigodo. Huyendo del invasor musulmán se desplazó por diversas zonas del norte de Europa, donde fundó varios monasterios. Entre ellos esta abadía, obra de la tercera década del siglo VIII en Reichenau. Es ésta una isla del lago de Constanza, entonces despoblada, pero que en los siglos X y XI se convirtió en referente en la producción de manuscritos. La abadía en sí se encuadra en el arte otoniano, siendo una de las primeras creaciones dentro de este estilo arquitectónico.
Iglesia de San Miguel de Lillo (Municipio de Oviedo, España): A escasos cien metros de la anteriormente descrita iglesia de Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo fue otro encargo de Ramiro I. Posiblemente su función era la de actuar como iglesia palatina mientras su vecina servía como palacio en sí. Aunque se conserva tan solo el arranque de sus tres naves y el templo dista mucho de la majestuosidad que debió tener, mantiene todo su encanto y el sentido innovador que lo situó en la vanguardia arquitectónica de aquel lejano siglo IX.