Edificada en la primera mitad del siglo XX con el fin de dar servicio a la línea férrea Murcia-Mula-Caravaca, la estación de Zaraíche estuvo en funcionamiento hasta la década de los sesenta del mencionado siglo. El edificio tiene tres pisos y está dividido en dos cuerpos. La separación entre ambos es una cornisa que sustenta una barandilla de aspecto neomudéjar. Es éste el estilo predominante del conjunto, aunque tiene añadidos diferentes elementos modernistas e incluso neorrenacentistas, que llevan a la edificación resultante a presentar un estilo ecléctico. En la fachada principal predomina el ladrillo visto con tonos anaranjados y amarillos. Los andenes se situaban en la parte posterior, hoy día dedicada a aparcamiento. En la actualidad, toda la construcción es sede de la empresa Aguas de Murcia, encargada de asegurar el suministro de agua a la población local.