Así denominada debido a un comercio de telas situado en su planta baja, la casa El Torico está ubicada en la turolense plaza Carlos Castel, no lejos de la famosa estatua también homónima. Es obra del arquitecto Pau Monguió y fue construida a comienzos de la segunda década del siglo XX, representando uno de los mejores ejemplos de arquitectura modernista en Aragón. Predominan en ella conceptos propios de esta tendencia arquitectónica, como el uso de la línea curva, la cerámica y la forja, especialmente en la fachada principal. Está ésta porticada en su planta baja, mostrando el primer piso una galería terminada en siete columnas mientras que el último consta de tres balcones individuales. Destaca también el característico color azulado de su exterior, que contrasta con los tonos ocres predominantes en las viviendas vecinas.