Basílica de San Pedro (Distrito de Ciudad del Vaticano, Ciudad del Vaticano)
Aunque no es una catedral, honor que en la diócesis de Roma está reservado a la basílica de San Juan de Letrán, la vaticana basílica de San Pedro es uno de los pilares del catolicismo. Tampoco es la sede oficial del Papa, ni la parroquia de la Ciudad del Vaticano, función que corresponde a la Capilla Palatina. La versión actual del templo fue construida a comienzos del siglo XVI, en el lugar donde, de acuerdo con la tradición cristiana, fue enterrado el apóstol Simón Pedro y en el que estaba situada la antigua basílica. Su inspirador fue el papa León X, que encargó la tarea al arquitecto Bramante. Más adelante dirigieron las obras autores tan ilustres como Rafael Sanzio o el propio Miguel Ángel, que retomó la idea bramantina sobre una cúpula inspirada en la del Panteón, aunque no pudo verla terminada. El resultado final fue una construcción grandiosa, dotada de una innegable majestuosidad y que con sus aproximadamente doscientos metros de longitud y más de cien de anchura es la iglesia cristiana más grande del mundo. Entre los tesoros que alberga en su interior sobresalen el famoso Baldaquino, obra de Bernini, y la no menos renombrada escultura La Pietà, realizada por Michelangelo Buonarrotti.