Cidade Velha (por Jorge Sánchez)
Estaba instalado en un hotelito de Praia y un día se me ocurrió visitar una ciudad cercana, a sólo 15 kilómetros de distancia, que fue la primera capital de Cabo Verde: Ribeira Grande, hoy llamada Cidade Velha, que fue un centro de «almacenamiento» de probos e inocentes pobladores de África, donde se les encadenaba, para ser esclavizados y vendidos a América. Tomé un autobús hacia allí y me quedaría la mayor parte del día, hasta que a media tarde regresé a Praia.
Por lo que vi y averigüé, Cidade Velha era una ciudad poco defendida por lo que era susceptible de ser atacada por los enemigos de Portugal, en especial por los marinos ingleses y por los piratas, valga la redundancia, así que se decidió trasladar la capital a Praia, un poco más arriba. La gente era tranquila; en Cabo Verde uno no tiene miedo en de ser atracado como en una ciudad grande del continente africano, como Ciudad del Cabo, Lagos, Nairobi o Kinshasa. La mayoría de los habitantes se dedicaba a la pesca como actividad laboral principal. Vi edificios portugueses coloniales del siglo XV, como la Igreja Nossa Senhora do Rosário (de estilo manuelino), los restos de una catedral católica más moderna (acabada a finales del siglo XVII) y la fortaleza de la antigua Ribeira Grande.
Cidade Velha no me impresionó en demasía, pero tampoco lamenté la visita, y eso que la realicé muchos años antes de que fuera declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Por lo general, las islas africanas del oeste de África son todas tranquilas (como las de São Tomé e Príncipe o Bioko), con poca historia, y en ellas te entran ganas de dormir la siesta. Por el contrario, las islas africanas del océano índico son más excitantes y de historia rocambolesca, como Zanzíbar, Lamu, o Mozambique, por no mencionar la fascinante Madagascar.